Valores en torno a la pelota
- Dani Aragón
- 3 ene 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 8 ene 2019
La Aragón Cup cerró su VI edición el pasado 29 de diciembre con un gran éxito de participación, donde el Valencia logró el título al imponerse al Celta de Vigo en El Alcoraz (1-0)
Para un chico de 12 o 13 años, las vacaciones de Navidad están asociadas a muchas cosas: pasar tiempo con la familia, celebraciones interminables, recibir regalos por Papá Noel o los Reyes Magos… Si son amantes del fútbol, en la lista de algunos de ellos habrá, seguro, un elemento relacionado con el deporte que tanto les gusta: un balón, un par de botas o la camiseta de su equipo favorito son algunas de las posibilidades. Y casi tan típico como todo lo anterior son, desde hace unos años, los torneos navideños que se celebran en estos días festivos por toda la geografía española, desde Arona (Tenerife) hasta Huesca.
Y es que la Aragón Cup celebrada en la capital oscense ha conseguido hacerse un hueco en este tipo de eventos y poco a poco va convirtiéndose en una referencia no solo en el ámbito regional y autonómico, sino también a nivel nacional. Este año, dieciséis equipos de categoría infantil tuvieron presencia en el torneo, con una gran participación de equipos aragoneses (SD Huesca “A” y “B”, Real Zaragoza, Peñas Oscenses, El Olivar y El CF Jacetano) y en el que también estuvieron algunas de las mejores canteras del fútbol español, como el Celta de Vigo o el Valencia, que acabó proclamándose campeón de esta edición.
Prueba de la rápida consolidación de la Aragón Cup, además, fue el concurso de los infantiles del Guangzhou Evergrande chino, la Evergrande Football School, comandados por Rubén de la Red, campeón de Europa con la Selección Española en 2008. Sin embargo, la expansión no termina aquí. Para Roque Vicente, gerente de la Fundación Alcoraz, principal organizador del torneo, “hay recorrido para hacer de este evento un torneo de mayor envergadura y prestigio, y vamos a seguir porque los equipos están cada vez más receptivos para venir a participar y ser protagonistas”.
Este camino arrancó en 2013. Hasta la fecha, han sido seis ediciones consecutivas en las que la organización ha ido sufriendo variaciones, aunque sin perder la esencia de lo que es la Aragón Cup. Ese año, la Fundación Alcoraz organizó un torneo en el que participaron conjuntos de las tres provincias aragonesas junto con otros como Atlético de Madrid, Valencia, Girona o Lleida. En total, unos cuatrocientos jóvenes deportistas que desplegaron su fútbol por los campos de Almudévar, Tardienta o el complejo deportivo de San Jorge, que a día de hoy continúa siendo una de las sedes del evento. Las finales se disputaban en el estadio de la SD Huesca, El Alcoraz, algo que se ha mantenido en todas las ediciones, aunque cabe destacar un matiz: en aquel 2013, el conjunto oscense competía en el grupo II de Segunda División B. Hoy, los chavales tienen la oportunidad de jugar un partido en un césped de Primera División.
Con el paso de los años, la Aragón Cup fue poco a poco abriendo sus horizontes. En 2014, se incorporó la categoría cadete en un torneo disputado en las instalaciones de la Federación Aragonesa de Fútbol, en Zaragoza. En la siguiente edición, se añadieron benjamines y alevines, sumando más de ochenta equipos de fútbol base que repartieron su participación por las instalaciones de El Olivar (Zaragoza), San Jorge y la Universidad (Huesca). En 2016 se mantuvo esta organización, que contó con más de un millar de jugadores, y el año pasado se suprimió la categoría benjamín, pudiendo disputarse el torneo íntegro en la localidad altoaragonesa y cerrando su quinta edición con la participación de 28 equipos y aproximadamente 600 futbolistas.
Para su sexta entrega, la Aragón Cup presentaba una particularidad: este año, sobre el césped solo habría jugadores infantiles, es decir, de una edad comprendida entre los 12 y los 13 años. Pese a ello, desde la organización hacen una valoración “muy positiva” del evento, ya que, afirman, “no ha habido ninguna incidencia destacable, ha ido todo muy rodado y el nivel ha sido espectacular por parte de todos los equipos”. El funcionamiento del torneo fue el acostumbrado: los dieciséis equipos se dividían en cuatro grupos. Una vez finalizada esta fase, los que se habían clasificado en la misma posición competían entre sí: los primeros contra los primeros de los otros tres grupos y así sucesivamente, de tal manera que, poco a poco, se fueron configurando las posiciones finales del torneo. Así, los campeones de cada grupo competían por los cuatro primeros puestos, los segundos clasificados por los puestos del quinto al octavo y así continuamente hasta completar la tabla.
Se trata de un sistema que prioriza que los chicos jueguen y se diviertan, ya que todos los equipos, independientemente de su nivel y puesto en la clasificación, juegan los mismos partidos: cinco. Y funciona, ya que, según Javier Cruz, director de la Fundación Alcoraz, “los chavales tienen una ilusión tremenda, porque encima, las finales se juegan en El Alcoraz. Al final lo que consigues también es que se enfrenten equipos que habitualmente no se encontrarían de ninguna manera si no fuera por torneos de este tipo”, afirma. “Sobre todo son experiencias”, completa Vicente. “Yo soy padre de futbolista y cuando ves la cara de los chavales que participan… Es una experiencia que siempre va a recordar, jugar en El Alcoraz es un elemento que le da valor al torneo y sirve para que nuestros jóvenes vivan la práctica deportiva de otra manera”.
Al tratarse de un torneo breve, el margen de error es muy escaso, algo que sumado al elevado nivel de los equipos de la contienda hacía que llegar lejos en esta Aragón Cup fuese una ardua tarea. Pese a su constante esfuerzo y su trabajo inagotable, los equipos aragoneses no lograron cuajar una actuación destacada, siendo el Real Zaragoza quien quedó más arriba, en una honrosa octava posición. Sucumbieron ante el tremendo potencial que, desde el primer minuto, exhibieron algunos de los equipos visitantes. Es el caso de Lacross Babel (Alicante), Athletic de Bilbao, Celta de Vigo o Valencia, los conjuntos que resultaron vencedores en sus grupos y lograron colarse en semifinales. Al penúltimo escalón llegaron estos dos últimos, que se enfrentaron en una final donde el juego de toque y la calidad que atesoraban los jóvenes futbolistas, impropia de su edad, fueron las notas dominantes en el igualado encuentro que se vivió en el feudo oscense. Solo un disparo lejano del delantero ché Hugo de Mateo logró desequilibrar la balanza en favor de un Valencia que resultó vencedor, un año más, de la Aragón Cup, como ya sucedió en 2017 o 2014. Merecido triunfo para el conjunto valencianista, que ganó todos sus encuentros sin conceder ni un solo gol.
Nota del autor: los resultados de todos los encuentros de la Aragón Cup 2018 están disponibles en la infografía que acompaña a esta pieza.
Se cerraba así la sexta edición de la Aragón Cup, un torneo que, una vez más, fue una fiesta del fútbol. Año a año, este campeonato navideño aumenta su prestigio gracias a la labor de organizadores, colaboradores y, en parte, los medios de comunicación. La emisión en abierto de algunos de los encuentros por televisión (y su totalidad en streaming) son una parte importante de la visibilización, así como el trabajo de los patrocinadores, que hacen que el evento pueda celebrarse en las condiciones en las que lo hace. En términos económicos, la Aragón Cup también reporta beneficios a la ciudad, ya que la mayoría de los participantes y sus familias deben pernoctar y comer en Huesca durante los tres días, debido a la lejanía de sus lugares de origen.
Sin embargo, por encima de todo queda la promoción de la práctica deportiva y del fútbol base, algo que, para Javier Cruz, “es uno de los objetivos fundamentales de la Fundación. Nuestro objetivo en este torneo es potenciar cada vez más el fútbol base de la SD Huesca, hacerlo cada vez más importante y que al final sea un referente a nivel aragonés y, si podemos, a nivel nacional”. Una meta a la que Roque Vicente suma la de difundir los valores del deporte. “En torno al fútbol hay valores muy sanos que debemos tratar y ser capaces de inculcar en nuestros jóvenes deportistas. Estamos hablando de juego limpio, respeto, compañerismo, esfuerzo… valores que también identifican a la SD Huesca con el lema Fieles siempre sin reblar, que también es un reflejo de lo que representa este torneo”, concluye.
En definitiva, un torneo en el que sus protagonistas pueden sentirse futbolistas profesionales, pero al mismo tiempo reciben una educación en valores en torno a la pelota. Es la Aragón Cup, que descuenta ya los días para su séptima edición.
INFOGRAFÍA. ¿Quieres saber los resultados de todos los partidos de la Aragón Cup 2018? ¡Haz click en el escudo de los diferentes equipos y descúbrelos!
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